Biblioteca Pública de Constitución | Sebastián Irarrazabal

La Biblioteca Pública es parte de una iniciativa pública-privada realizada para reconstruir la ciudad de Constitución después del terremoto de 8.8 grados y el tsunami que devastó la ciudad en Febrero 2010. Constitución es un asentamiento situado en el corazón mismo de uno de los clústers más grandes de producción maderera en Chile. Su identidad como ciudad la avalan las mejores condiciones para encontrar madera de alta calidad y también carpinteros capacitados para elaborar cuidadosamente un edificio de madera.

En el espacio topográfico de la alta cordillera se funden función y forma. La toponimia designa como los nombre de calles, plazas o edificio de escala ciclópea. Corral Abierto es uno de estos lugares en la ruta del pastoreo, una detención para juntar el ganado, comer, dormir. El dispositivo surge entonces como una concentración de energía en un territorio que apenas se deja recorrer, un minúsculo espacio de reposo.

La formalización de este proyecto es el resultado de tres decisiones fundamentales. En primer lugar, los árboles milenarios de la plaza cívica que se encuentran frente al sitio motivan elevar la biblioteca 1,6 metros sobre el nivel de la calle. En segundo lugar, con el propósito de filtrar y equilibrar la luz, se plantea cubrir las tres áreas principales del programa (niños, lectores jóvenes y adultos) con tres naves de madera reticuladas. En tercer lugar, para comunicar el carácter público del edificio, se propone organizar la fachada con tres monumentales vitrinas que no solo invitan a ver la llegada de nuevos libros, sino que también -con sus bancos y marquesinas- ofrecen refugio al transeúnte.

Respecto a la construcción del edificio, hecho casi completamente en madera con cortafuegos de hormigón visto, tiene una estructura prefabricada en pino laminado. Para dar ritmo al espacio interior y hacer comprensibles las cargas y el proceso de construcción, las vigas de madera y los pilares se mantienen a la vista. Las maderas revestidas con barniz blanco realzan la luminosidad requerida por los espacios y también crean homogeneidad entre la estructura y el mobiliario construido en el lugar. Otro complemento importante son los colores de las telas elegidas que imitan el colorido de los árboles y hojas de la plaza. En este sentido, la Biblioteca Pública de Constitución puede verse como una caja de resonancia.

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