Bosque audible es una investigación proyectual sobre las formas de observar, representar y habitar el paisaje que propone la puesta en valor del paisaje sonoro en un entorno natural.
A partir de un estudio del paisaje sonoro de la Reserva Altos de Lircay que permite entender la dimensión audible del bosque maulino, se escoge el sitio a intervenir, el que se ordena acústicamente desde la existencia de un arroyo que se escucha, pero no se ve. Se sitúa en la quebrada del Río Lircay, un cajón acústico natural entre cerros, propio de la realidad territorial.
PEQUEÑO MAPA AUDIBLE DE CHILE
Se nos ocurre que la “radio” podría darla y no otra, un ensayo de “mapa audible” de un país. Ya se han hecho los mapas visuales, y también los palpables, o sea, los de relieve; les faltaría el mapa de las resonancias que volviese una tierra “escuchable”.
La cosa vendrá, y no muy tarde; se recogerá el entreveramiento de los estruendos y los ruidos de una región; las facciones del suelo, colinas ni ciudades, posando angélicamente los palpos de la “radio” sobre la atmósfera brasileña o china, se nos entregará verídico como una máscara, impalpable y efectivo, el doble sonoro, el cuerpo sinfónico de una raza que trabaja, padece y batalla.
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El país, para éste como para otros menesteres, resulta arduo de recorrer y de atrapar. La caja de sonidos es larguísima. Hay que escuchar como el venado; con oreja no sólo abierta, sino tendida en tuvo captador.
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Gabriela Mistral
1931
fragmento

La búsqueda es crear un habitáculo donde el sonido, el espacio y el usuario se encuentren, trilogía que, al modelar una situación inmersiva, dé paso a la escucha.
El estudio geométrico e instrumental se manifiesta en el uso de la parábola como forma base, que concentra las ondas sonoras en un punto: su foco. Ésta se construye mediante una estructura laminar maciza, que se logra mediante un proceso de construcción experimental con la charlata, material de “desecho” de las barracas.


La iniciativa “Bosque Audible”, se constituye en Chile como una nueva forma de habitar, conocer y entender un entorno natural. Funciona como un punto de refugio y contemplación dentro de la reserva, que vendría a implementar la atracción turística de la Reserva Altos de Lircay, la primera apta para personas con discapacidad visual, y como una plataforma para la educación ambiental sonora que promueve la conservación y aprecio de los entornos naturales.

