Los edificios cargan consigo más que con su propia física, cargan, entre muchos otros elementos, los valores simbólicos atribuibles a las múltiples experiencias y recuerdos vividos en ellos; aquello de lo que imaginamos y de lo que conocemos. Cuando de una vivienda se trata, el vínculo intrínseco entre usuario y edificio confluyen en una relación donde lo simbólico de las experiencias cobra mayor valor y relevancia en la cotidianeidad de su uso.
La reforma de esta pequeña vivienda explora, entre otros temas, la relación de sus moradores con las experiencias y lo edificado, ese íntimo vínculo de significación entre lo material y su arraigo con los recuerdos. El conservar los objetos en cierto estado, se convertiría así en una forma oculta de persistir en esperanzas truncadas por la realidad, las que finalmente van desmedrando la posibilidad de avanzar. Se intenta así, por medio de la Arquitectura, otorgar un nuevo orden a la vivienda, donde la forma del recuerdo y su cotidianeidad se expresen de manera sutil y menos concreta.
En este sentido, la primera operación del proyecto es el despeje, la que programa la intención de establecer qué se conserva y qué se elimina. Se mantiene así la matriz estructural original de lo existente; la doble crujía, que intenta recuperar ciertos materiales que, reutilizados en la construcción, guardan un lazo con lo anterior, como algunas aplicaciones con maderas de la demolición o las tejas del antiguo techo, o una albañilería que conforma el muro de fachada.
Un volumen inclinado que se apoya a la estructura original; otro volumen para almacenaje van multiplicando el vacío interior de la casa, le otorgan un nuevo aire y fundamentalmente una nueva luz. Una ventana corrida en la sección más alta del volumen, permite que la luz indirecta proveniente del sur resbale en el cielo curvado por las cerchas invertidas de la estructura e integre al interior un elemento antes inexistente, el cielo. La tensión producida por la forma y su disposición, hacen que la mirada fugue hacia ese nuevo elemento, que siempre estuvo y que hoy acompaña el recuerdo.