Refugio en la Perla del Maule | “Roquerío-refugio, estratégicamente elegido por los antiguos pescadores mauchos” 

Durante el siglo XIX, Constitución se identificó como un importante puerto de navegación fluviomarina, que pretendía ser puerto intermedio entre Valparaíso y Talcahuano. Las principales actividades económicas desarrolladas se vinculan con la construcción naviera, el comercio agrario y forestal a través de la cuenca del río Maule entre Constitución y San Javier. El embancamiento de la barra, la abrupta unión del lecho del rio con el fondo marino y sus corrientes, impidieron la continuidad del paso de barcos a vapor, perdiendo el carácter de puerto mayor. Como una solución, la actividad turística, se potencia mediante la creación del ferrocarril “Ramal-Talca”, exhibiendo sus riquezas naturales, especialmente sus roqueríos, por eso el apodo “La Perla del Maule”. Algunos ejemplos; La piedra de la Iglesia, El Arco de los Enamorados, Las Termópilas, Las Ventanas y Calabocillos.

Esta imagen muestra un refugio al interior del roquerío, elegido estratégicamente por los antiguos pescadores mauchos en el sector de La Poza. Según la Revista En Viaje, N°427 de Mayo de 1969, se describe como “un nido y criadero de lisas y róbalos” refiriéndose formalmente a las embarcaciones de la época.

La fachada es una roca de 16 m. aprox de altura y se interviene con un muro de adoquines y una puerta de fierro. Además, se agregan ventanas aportando al interior entradas de luz y aire, con protecciones de fierro, por lo que la calidad constructiva permite que se encuentre intacto hasta hoy, aunque sin ocupación. Esta roca se abre hacia la desembocadura entre el rio y el mar, facilitando la labor cotidiana de la pesca artesanal y comunitaria de los pescadores que allí se reunían con un alto sentido de pertenencia.

El libro “Constitución, 1794-1915: astillero, puerto mayor y ciudad balneario” da cuenta el uso ininterrumpido de estos refugios por los pescadores de La Poza para satisfacer la necesidad de protección de botes, implementos de pesca y muchas veces para capear el temporal y pernoctar, dadas las condiciones del clima regional. Ellos realizaron una especial adaptación al territorio, como una forma de sincretismo pensado en las necesidades económicas y culturales. Hoy el refugio está ahí, como antaño, siendo parte del turismo.

Dado los antecedentes históricos encontrados, la ciudad vivió el apogeo de la pesca artesanal hasta antes de la instalación de la Planta de Celulosa en 1969, que afectó el medioambiente y la calidad de la ciudad. Actualmente se vive una situación de contraste, en la cual los artesanos de la pesca están organizados en torno a un muelle de fi­erro ubicado en la zona Sur de la ciudad, donde cada pescador tiene una caseta de fi­bra de vidrio para guardar sus equipos de pesca y protegerse ellos mismos; los botes, también de ­fibra, permanecen alineados frente al muelle y el arrastre de las embarcaciones lo realiza una grúa.

¿Qué cambio trajo esta utopía de arquitectura regional junto a los roqueríos, que siguen siendo la mayor atracción geográfi­ca de Constitución? Sin duda que este fue un modelo de la actividad comunitaria de sus habitantes y diseñado con los elementos característicos de la zona, donde la Planta de Celulosa, las condiciones geográfi­cas y climáticas fueron determinantes en el cambio formal y cultural de sus tradiciones y el mismo concepto de refugio que actualmente se transforma en adoptar modelos culturales exógenos.

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