Torre Refugio: “Me permitió reconocer este sitio como uno de gran riqueza biológica y de urgente protección” | Sebastián Ubal

La protección de las aves endémicas en nuestro país es una labor que han tratado de cumplir los integrantes de La Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile, quienes buscan reunir a todos los observadores de aves y amantes de la naturaleza del país, tanto aficionados como científicos, con el interés de avanzar en conjunto en el conocimiento de nuestra naturaleza para generar una mayor conciencia en la sociedad sobre la importancia de la biodiversidad.

Dentro de este marco, en la geografía de la cordillera de la costa maulina la cual se caracteriza principalmente por suaves colinas que originan cuencas y valles con microclimas propios. Desde el río Mataquito hasta la desembocadura del Río Maule, una gran planicie costera cobija humedales, vegas y dunas alimentadas por los sedimentos del río y los constantes vientos desde el sur, dando forma al Campo Dunar Putú-Quivolgo, donde más de 120 especies de aves endémicas y migratorias habitan estos cuerpos de agua. Es aquí donde se encuentra Torre Refugio, donde su autor Sebastián Ubal arquitecto de la Universidad de Talca, habla sobre su primer acercamiento al lugar del proyecto:

“El taller de investigación realizado en la Escuela de Arquitectura de Talca un año antes me permitió conocer este lugar a partir del recorrido y la observación.

El registro… además de mi propia atención hacia aquel paisaje, me permitió reconocer este sitio como uno de gran riqueza biológica y de urgente protección.”

La desembocadura del Rio Maule como punto de origen del complejo dunar, fue el lugar escogido para la proyección de una torre de observación de estas aves, buscando ser una obra silenciosa, posicionada en estrecha relación con el paisaje; de geografía sencilla y de color respetuoso. En donde en el proceso de diseño, Sebastián señala:

“Mantuve conversaciones con expertos de la red de observadores de chile, corporación sin fines de lucro dedicada al aprendizaje y enseñanza de la avifauna del país. De ellos recibí indicaciones de cómo debía diseñarse una torre de observación; orientación, posición, altura, etc.”

Compuesta por una estructura de madera laminada artesanal la que previamente fue tratada bajo un método japonés de preservación llamado Yakisugi, en donde se quema y sella la madera con aceites, evitando la utilización de impregnantes químicos que contaminen el suelo, erige la torre, creando en su interior, cuatro vanos que proyectan la mirada hacia el río Maule, roqueríos declarados Santuarios de la Naturaleza, el estero Guenón y la ciudad de Constitución. De este modo permite a los visitantes observar de forma discreta y recibir cobijo ante el clima hostil del campo abierto.

La recepción de la gente se vuelve primordial al momento de conocer la obra, ya que su propósito es inaugurar un espacio de observación, reconocimiento y protección de aves que motive a la comunidad el respeto y conocimiento de la avifauna presente en la desembocadura. Por esto, en conversaciones con el autor sobre el feedback y proyección a futuro de Torre Refugio, nos dice:

Me ha sorprendido que la gente que más lo visita, son aquellos que lo hayan de sorpresa y que en general, desconocen la variedad de aves que habitan el entorno.
Pienso que será un destino para expertos no solo de la ciudad sino también de la región, aportando transversalmente a la investigación y al turismo de la zona.

El presente 21 de marzo, Torre Refugio fue seleccionado como uno de “Los 10 mejores proyectos diseñados por estudiantes de arquitectura en Latinoamérica y España 2023” por Archdaily. Esta fue una convocatoria abierta donde se recibieron 157 propuestas de estudiantes de arquitectura de universidades latinoamericanas y españolas que enviaron sus proyectos de fin de carrera del año 2022.

Para mayor información, hacer click aquí.

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